El problema de la basura en el 23 de Enero va mas allá de ser simplemente una situación de recolección por parte de la institución competente, faltas de conteiner o ductos rotos de los bloques .El problema de las toneladas de basura que a diario aporte la parroquia pasa por nosotros y que tomemos conciencia de responsabilidad como individuos o colectivo comunitario. Y es que lamentablemente tenemos que reconocer que no tenemos una cultura ni familiar y menos ciudadana en ese respecto.
La incapacidad mental que tenemos para comprender que nuestros propios desperdicios son exactamente eso: nuestros y no del vecino se hace ver a pocos metros de nuestros hogares en grande pilas de desechos, bolsas negras y de todos los tipos, cientos de ratas y moscas, adornadas de malos olores. He visto más de una vez salir disparada una bolsa de basura de los pisos de algún bloque para ir a estrellarse a los patios abiertos del edificio, haciendo dispersar a decenas de ratas dueñas de estos espacios. No nos importa pero si nos quejamos. Típico.
Pero que podemos hacer al respecto? Es en realidad tan complejo el problema?
Es increible, pero no lo es. Imagínese por un instante que cada uno de los miles de habitantes del 23 de Enero decidiera no botar ni una colilla de cigarro o lata de cerveza en la vía pública o en el suelo? O que decidiéramos reciclar nuestra basura desde el mismísimo hogar. Y que además reprendiéramos al que viéramos botando basura en la calle. Que hiciéramos desde este punto de que hemos tomado conciensa del problema una lucha comunitaria para que la parte institucional asumiera su parte en el problema. En verdad todo empieza por nosotros por lo que somos o creemos.
La incapacidad mental que tenemos para comprender que nuestros propios desperdicios son exactamente eso: nuestros y no del vecino se hace ver a pocos metros de nuestros hogares en grande pilas de desechos, bolsas negras y de todos los tipos, cientos de ratas y moscas, adornadas de malos olores. He visto más de una vez salir disparada una bolsa de basura de los pisos de algún bloque para ir a estrellarse a los patios abiertos del edificio, haciendo dispersar a decenas de ratas dueñas de estos espacios. No nos importa pero si nos quejamos. Típico.
Pero que podemos hacer al respecto? Es en realidad tan complejo el problema?
Es increible, pero no lo es. Imagínese por un instante que cada uno de los miles de habitantes del 23 de Enero decidiera no botar ni una colilla de cigarro o lata de cerveza en la vía pública o en el suelo? O que decidiéramos reciclar nuestra basura desde el mismísimo hogar. Y que además reprendiéramos al que viéramos botando basura en la calle. Que hiciéramos desde este punto de que hemos tomado conciensa del problema una lucha comunitaria para que la parte institucional asumiera su parte en el problema. En verdad todo empieza por nosotros por lo que somos o creemos.
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