En el marco de las jornadas internacionales de comunicación “El derecho a informar y estar informado, un debate sobre la propiedad de los medios de comunicación”, en el complejo cultural Teresa Carreño, el presidente Hugo Chávez anunció al país el nombre de la presidenta de la naciente Televisora Venezolana Social (TVES). Se trata de Lil Rodríguez.
Lil Rodríguez una camarada con una reconocida trayectoria en el periodismo cultural. Ganó el Premio Nacional de Periodismo en el año 2004, además de ser patrimonio cultural viviente es una Periodista, especializada en música latinoamericana, investigadora, analista, astróloga, amante de la naturaleza y la tierra e hija de Obatalá y altamente comprometida con el proceso revolucionario que vive el pais
Actualmente es la conductora del espacio Sones y Pasiones, que transmite la televisora Telesur, también dirigió la programación nocturna de Radio Rebelde, en La Habana, Cuba, y es una firme propulsora de las culturas afrodescendientes. Rodríguez , además, forma parte del jurado del Premio Nacional de Comunicación Alternativa y Comunitaria 2007, columnista del periódico Últimas Noticias y vocera del Frente Revolucionario de Trabajadores para la Comunicación (Frecom.. Lil del Valle Rodríguez, mujer venezolana comprometida con su pueblo y dedicada a proyectar los saberes de su gente.
Pero conozcamos algo mas de esta libertaria y sorprendente mujer venezolana.
Las primeras percepciones en la vida de Lil Rodríguez son en Cumaná, estado Sucre, donde se crió por un tiempo en un ambiente libre, en la playa, en caminos de hacienda, en la casa de su abuela y su madre. La cuidaba una negra a quien recuerda con mucho amor, pues los valores que les inculcó a sus hermanos y a ella han sido determinantes., en circunstancias muy particulares. Su madre era una activista contra la dictadura de Pérez Jiménez, estaba metida en el clandestinaje adeco y pasó por muchas calamidades, pues la niña Lil nació pesando menos de dos kilos y no llegó a los 50 centímetros, el médico que atendió el parto dijo que se iba a morir.
Cuenta que su madre respondió “si se va morir será en el intento” y empezó a darle leche completa, zanahoria con remolacha, sangre de carne. Ya sea por la recia alimentación o por el favor de Obatalá “a los siete meses caminaba y a los tres años estaba medio leyendo”.El interés por la música surgió desde temprano. Cuando niña quería ser bailarina de flamenco y pianista, “soñaba con los vestidos de pepas coloradas y esas peinetas grandes, como Lola Flores”, pero en su casa no había dinero para pagar clases de baile, ni de música, “de allí la génesis de una decisión posterior cuando decido estudiar y ejercer el periodismo: para ayudar a los músicos, pues no pude dedicarme a esa profesión”.
Lil, se te conoce por tu trayectoria en el periodismo cultural, específicamente por tus artículos y programas de música latina y caribeña. ¿Siempre ejerciste en esa área? ¿Cuál fue tu primer trabajo como periodista?
Comencé a trabajar en la Biblioteca Nacional. Fui a buscar empleo y el jefe de personal me dijo que el puesto que buscaba no existía, que había algunos otros cargos y empecé a laborar en el área administrativa, no sabía nada, pero tenía un niño y la necesidad de sustentarme...Cual fue mi sorpresa... que a los tres meses me dijeron que creaban un cargo para mí porque demostré que quería trabajar, no le tenía miedo al trabajo, entonces, ingresé a la oficina de información de la biblioteca.Entiendo que para ti la palabra, lo escrito es lo más importante, a pesar que has abarcado varias facetas como comunicadora, ganaste un espacio en los diarios.
¿Cómo fue ese comienzo y en qué diario empezaste a escribir?
Estando en la Biblioteca colaboraba con El Diario de Caracas, nadie sabía quién era la que escribía y me acuerdo que al tiempo llama el director del diario y me dice “le doy tres horas para que se venga al Diario de Caracas, le tengo un puesto”. Recuerdo tanto que mi jefa me puso en un taxi y dijo: “váyase y yo escribo su renuncia, váyase pues ese es su camino”. Hasta el sol de hoy he recorrido varios diarios... Ahora estoy en Últimas Noticias.
Siempre escribiste de música. ¿Por qué especializarte en esa fuente?
Era lo que no encontraba en los periódicos, sucede que siempre hay una sección de farándula que no refleja para nada la música. Y también mi amor por la música. Decía mi familia que era una viejita prematura, porque a mí me gustaban las canciones de Pedro Infante, Barbarito Diez... Escribí lo que no veía en la prensa. Leía mucho e investigaba pero tenía muchas vivencias relatadas por mi madre.
¿Tus primeros escritos fueron esas primeras vivencias?
Sí, porque lo que siempre desarrollé fue la capacidad de analizar, ahora digo que el marxismo lo da todo, es decir, en el análisis, porque es partir de los datos concretos no de la erudición. Nosotros aquí estamos llenos de gente que “sabe mucho” pero no hay mucha que analice.Recuerdo compañeros que dijeron que estaba perdiendo el tiempo, que tenía mucho talento, capacidad, y que debería estar en otra fuente como la política, que sería muy buena analista, pero que estaba pegada a esos tambores, a los negros y a esas cosas... decía ¡Dios mío, voy a morir pegada a los tambores y a los negros porque realmente encuentro que es una fuente! Allí se hace sociedad y política, forma parte de la idiosincrasia de nuestra cultura.Con tanta experiencia y conocimiento del tema.
¿Qué es para Lil la música?
La más perfecta de las palabras, es una esencia, es como el ser latino, es lo que permite que todos en definitiva puedan identificarse. Asocio con la música valores.Un músico es un ángel de Dios en la tierra, imagínate el respeto que siento por la música, un código de mucha sensibilidad, la gente que es músico o le gusta la música tiene como unas antenitas de sensibilidad, no creo que alguien que sea sensible ante la música sea una mala persona.
Hablas con mucha emoción y sentimientos de esta especialidad que te dio la calle no la academia, no visualizo a Lil escribiendo otra cosa que no sea de los músicos, del Caribe, de los latinos. De no ser periodista de esa fuente. ¿Cuál otra?
Te voy a decir una cosa, si no fuese de la fuente musical, sería periodista deportiva, porque me encantan los deportes, pero para analizar, para meterme en ese mundo, creo que las dos fuentes tienen que ver con el hecho popular. Lo que me define es lo que me marcó mi mamá, el sentido gregario y colectivo.Vayamos al ahora, tenemos una situación muy particular, impregnada de cambios sociales, donde la prensa tiene un rol significativo, tienes una amplia experiencia en el país.
¿Cómo ves actualmente el periodismo cultural? igual a tus inicios ¿ha avanzado?
Estamos muy alienados, incluso como profesionales, no tenemos hambre de conocer. Ves a un periodista frente a un artista y es capaz de preguntar por qué se pone las medias negras, ¿cómo es posible que dejes pasar a un creador y preguntes pendejadas? eso significa que no hay hambre y no buscan para comer. Allí se resume la situación que estamos viviendo, pasa con el problema mediático social, el hambre te lleva a buscar, hurgar, discernir, a saber dónde está la verdad, por eso digo que seguimos atravesando la cultura del fax, es decir, ¿por qué el periodista de la fuente musical sabe tanto de Elton John? porque ellos desde Inglaterra mandan la información por fax, ahora por correo electrónico.
En aquellos países sí hay gente que quiere que se conozcan los valores de su cultura. Ellos posiblemente están esperando de aquí un fax o un correo con la vida de Alfredo Sadel, por decir algo, pero, no se produce porque mucha gente no cree en nuestros valores.
Pionera en la radio, una época donde la mujer no estaba en la cabina. El primer programa de música caribeña que se hizo en la historia de la FM en el país lo realizó Lil. En aquel momento la única emisora que existía era la 97.7 la Emisora Cultural de Caracas. Década de los 80, junto a un compañero chileno, pidió un espacio para la música del Caribe, que se llamó Síncopa. Con este programa comenzó una larga trayectoria en la radio; trabajó en varias emisoras, tanto públicas como privadas en Venezuela y Radio Rebelde en La Habana, siempre enfocada en divulgar la cultura caribeña y latina a través de los artistas y sus canciones.
“He hecho bastante en la radio, tengo todos los premios que da mi país, no me gusta quitarme ese mérito cuando estamos hablando de radio. Me da mucho orgullo porque eran para programas hechos con música, es decir, que se reconocía a la misma como un factor de comunicación, y antes no se tomaba en cuenta”.
Hablemos de otras actividades que realizas, en tu tiempo libre, fuera del periodismo, tengo entendido que te gusta la astrología. ¿Cómo llegaste allí?
Soy astróloga, estudié 12 años; llegué a la astrología porque quería saber los vínculos astrológicos de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre... empecé estudiando las relaciones de amistad. ¿Qué pasaba con Marx y Engels que fueron tan amigos? ¿Qué pasaba con Bolívar y Sucre? ¿Por qué esa relación tan fuerte? tan así que Bolívar, se fue a la muerte cuando sabe que a Sucre lo matan. Por estar buscando esas conexiones empecé a estudiar astrología, creo que es una herramienta muy valiosa, no por las predicciones sino por el estudio de los elementos que conforman las energías de las personas.
¿Y la Santería?
Soy Obatalá, en todas las religiones me he metido de alguna manera. Toda persona que empiece a investigar la música del Caribe termina en África y cuando llegas allí encuentras la conexión del elemento religioso con la resistencia, es decir del africano en el Caribe. Esa conexión ha permitido a nuestros ancestros mantener su cultura, música, instrumentos... Llegas a ese campo religioso y te das cuenta que es una nota; es una religión que ama los sabores, los olores, los perfumes, las flores... Los santos de esa religión dicen mentiras, se casan con la novia del otro santo, son muy parecidos a uno... Es linda, realmente hermosa. Las leyendas y los refranes de la santería son bellísimos. Además me encanta ese territorio, siento que al caribeño quisieron clavarle el estigma de que esas son cosas de atrasados y negros primitivos.Tienes algunos planes en mente, en proceso.
¿Qué te gustaría hacer, que no hayas hecho?
Quiero tener una casa con un terreno para sembrar, me encantan los animales, la tierra, soy una campesina en potencia. Sólo que me gustaría tener todo eso más Internet y la computadora. Claro, vivo en un apartamento, pero si vas a él, notas que tengo como 54 plantas.Quisiera sembrar plantas aromáticas pues me gustaría que los condimentos que se usan en los restaurantes y en la casa, sean naturales y no sean procesados.
También me encantaría tener un local donde la gente pudiera escuchar música y hablar. Parece mentira pero no tenemos en Caracas un sitio donde se puedan hacer las dos cosas, es decir, un local donde la música sea acústica. Me gustaría trabajar en función de esos espacios de caricias y acercamientos con la música.Ahora estoy en una faceta que no me conocía: estoy escribiendo radio novelas y hago ejercicios muy ricos. Estoy en la etapa experimental. Temas turbulentos, horribles y perversos.
La mayoría de nuestros lectores son gente de las parroquias del Municipio Libertador, algún mensaje para ellos. ¿Trabajarías con las comunidades?
Me encantaría, si las comunidades sienten que estas palabras o cualquier conversatorio donde se me oiga son sabrosos y necesarios, búsquenme, porque hace falta desmitificar a los personajes. Tengo claro que soy un personaje para mucha gente de mi pueblo, que me lee, que me ha escuchado.
NOTAS RECIENTES SOBRE LIL
La periodista venezolana Lil Rodríguez, productora del programa Sones y Pasiones (TeleSUR), y realizadora de la radionovela Días de Baile (Radio Gladys Palmera), fue nombrada Patrimonio Cultural Viviente de Caracas, mérito que otorga cada año la Alcaldía Mayor a destacados artistas e investigadores culturales. La periodista recibió el reconocimiento Joya Orden 13 de Abril de la Alcaldía de esta ciudad por dedicar más de 25 años de su vida a la difusión de la música popular. Lil Rodríguez junto a veinticinco artistas venezolanos, fue homenajeada en la plaza Bolívar, en el marco de la celebración de la Semana de la capital de Venezuela. Los 28 años de experiencia periodística de Lil Rodríguez como locutora, escritora, productora, pero principalmente como defensora de la cultura popular latinoamericana y caribeña fueron determinantes para otorgarle el reconocimiento. Actualmente conduce una página web de difusión cultural alternativa: www.lailatina.net.
El Frente Revolucionario de Trabajadores para la Comunicación (Frecom) proyecto de organización revolucionaria en el cual milita Lil.
«La idea principal es debatir qué clase de comunicación está pidiendo la sociedad venezolana», explicó la periodista Lil Rodríguez, miembro del frente, quien señaló que el llamado a la participación en esta agrupación es a todos los periodistas, técnicos, y demás trabajadores de la comunicación en el país.
Las primeras propuestas apuntan a la creación de espacios horizontales para poder debatir en torno al proceso comunicacional que vive el país y abrir espacios horizontales de educación para poder tratar en forma crítica el proceso que viven los medios de comunicación venezolanos. Para Rodríguez, uno de los problemas fundamentales es que no se nota ni una política ni una formación comunicacional como un proyecto de estado, de manera que se han dado pocas discusiones sobre cómo mejorar la profesión y cómo derrotar la alienación. «Por ejemplo en la fuente cultura, estamos sometidos al bombardeo del imperio.
Aquí la gente está pendiente de cuántos brillantes tiene el anillo que fulano le regaló a fulana, y resulta que nadie sabe dónde están los cultores venezolanos», ejemplificó la periodista de Últimas Noticias y Telesur. Fue precisamente en esta televisora donde nació la idea de formación del frente, cuando se dieron cuenta de la existencia de grupos de discusión acerca de los medios en varias instituciones.
De esta forma, se decidió crear este centro de discusión, ya que «el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) no nos da respuesta, los sindicatos tampoco, entonces hay que hacer lo que hizo el presidente Chávez: saltar las instancias y establecernos nosotros», indicó Rodríguez. Bajo la consigna ¡No basta ser comunicador en este tiempo!, el Frecom manifestó su rechazo al comportamiento de quienes se erigen como comunicadores para secuestrar la verdad y manipular las realidades.
«El frente tiene una filiación con el socialismo y con la formación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), al tiempo que rechaza el imperialismo», concluyó Rodríguez