La explosión del poder comunal es un hecho cada vez es más notorio dentro de los diferentes sectores que conforman la ciudad capital. Por ello, la organización de las comunidades en Consejos Comunales como la alternativa más viable para dar solución a los distintos problemas, coge cada día más fuerza.Movidos por el deseo de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, los vecinos de la calle 4 de la parroquia El Valle de Caracas convocaron recientemente una Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas con la intención de conformar su propio Consejo Comunal.
La carencia de agua en la zona es la razón principal que ha motivado a los habitantes de este sector a desear constituirse en Consejo Comunal.A esto se suma, refiere Carmen Cedeño, el problema de la salud, el de las canchas deportivas, el de las aguas blancas y las aguas servidas y la problemática de la vivienda. Con respecto a esto último, existen viviendas que se encuentran “bastante mal”.Cedeño, quien habita en la calle 4, advirtió que la comunidad lleva tiempo trabajando en dar solución a estas cuestiones pero “no se había logrado”.
No obstante, en los actuales momentos se percibe más optimismo por parte de los habitantes de este sector.Esperanzados en la fuerza propulsora de los Consejos Comunales, los habitantes de la calle 4 de El Valle creen que ahora sí lograrán modificar la situación de malestar reinante en la comunidad. “Eso es lo que dice nuestro Presidente: que todos unidos podríamos lograr todo o podemos lograr todo.
Eso es lo que nosotros deseamos con esto que estamos haciendo hoy”, puntualizó la señora Cedeño.El problema de la inseguridad es otro de los asuntos urgentes a resolver, por cuanto “no hay seguridad personal”, puntualizó José Antonio Mogollón, otro de los habitantes de la referida zona.Para Mogollón la unidad es factor de vital importancia para propiciar la mejora de la calidad de vida de los residentes de la calle 4. “Necesitamos la presencia de todos”, de su participación activa.Víctor Díaz, quien además de ser facilitador es parte de un Consejo Comunal conformado en otra zona, calificó de “muy bonita” la experiencia obtenida en materia de organización popular.
“Al principio -en el barrio donde yo habito- había una apatía total” fundamentada en el escepticismo de los pobladores hacía la instituciones estadales. Sin embargo, toda vez que obtuvieron información sobre el poder transformador de los Consejos Comunales, la desmotivación fue superada. “Tanto es así que las asambleas pasan de cientos de personas”. “Lo más importante es que es la misma ciudadanía la que participa en la decisión, en la discusión y en todo lo que tenga que ver con la comunidad en sí”, enfatizó Díaz.
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